En el articulo de hoy vamos a hablar de la vital importancia que tiene la protección de la piel de los niñ@s. Los adultos somos responsables de la fotoprotección de los niños ya que ellos no son capaces de reconocer el riesgo que supone no hacerlo para su salud, pero sí son capaces de generar hábitos desde comportamientos repetidos en edades tempranas. De esta manera, cuando ellos sean los que deban aplicarse el fotoprotector será más fácil que la iniciativa sea suya si se les ha acostumbrado a ello desde pequeños.
La mejor manera de proteger a un niñ@ del sol es evitándolo.
Es importante para toda la familia tomar unos hábitos de exposición y posponer las actividades al aire libre antes de las 11 de la mañana o después de las 6 de la tarde y debemos lograr que los niñ@s integren en su rutina diaria desde pequeños unos hábitos saludables respecto a la exposición solar. En este aspecto, tanto o más importante que el fotoprotector solar es el tipo de ropa con que vestirles y el uso de gafas de sol y gorras o sombreros. Si la exposición solar es inevitable debemos recurrir a ropa con UPF y a los fotoprotectores solares adecuados a la edad y el tipo de piel del niñ@, y reaplicarlos con frecuencia.
A la pregunta de que tipo de fotoprotector elegir, os daremos unas pautas en función a la franja de edad de cada niñ@:
- Niñ@s menores de 6 meses: No deben exponerse directamente al sol ni tampoco utilizar fotoprotector solar. La función barrera de su piel no está el todo desarrollada y pueden absorber productos que no están diseñados para que así sea. No debemos olvidar que, aunque no reciban sol directo, hay un porcentaje de rayos de sol que se reflejan y aún estando a la sombra pueden incidir en su piel. Lo recomendable es protegerlos con ropa fresquita, sombreros y/o sombrillas y evitar largos paseos a las horas centrales del día, sobre todo en verano.
- Niñ@s entre 6 meses y 3 años: Se recomienda utilizar filtros físicos (cremas solares) cuyos ingredientes forman una capa protectora sobre la piel pero no se absorben. Lo más recomendable es que tengan SPF50 frente a UVB y protección también frente a UVA.
- A partir de los 3 años: Se pueden utilizar filtros químicos, son algo más cosméticos, pero al ser filtros que se absorben tienen más riesgo de provocar dermatitis de contacto, sobre todo en niños con dermatitis atópica.
- A partir de los 4 años: Se pueden utilizar fotoprotectores solares orales, siempre como complemento a los tópicos, sobre todo en niños con fototipos claros o ante exposiciones solares intensas inevitables.
Y recuerda… no basta con una sola aplicación al día, debes aplicárselo cada 2 horas, tras un baño o cuando exista un exceso de sudoración.
Un consejo que os damos es que prestéis atención a los etiquetados de los fotoprotectores. Es importante no adquirir productos en internet que no tengamos clara su composición y sus indicaciones. Si nuestros peques tienen una piel atópica o han tenido alguna reacción cutánea al fotoprotector, deberías consultar con un dermatólogo o con tu farmacéutico de confianza.
Tampoco debemos olvidar que muchos fotoprotectores contienen perfumes e ingredientes que incrementan el riesgo de dermatitis de contacto y tienden a ser más baratos que los productos con fórmulas certificadas y de mayor calidad que encontrarás en tu farmacia de confianza… no ahorres en la salud de tus hij@s.
Esperamos que nuestro articulo os haya sido útil!!